Calidad en el Servicio VS Calidad Artística al cobrar un render.
Recientemente hubo un pequeño debate debido a un comentario que se hizo en redes sociales, que se lee de la siguiente manera “Pro Tip: El precio de su render no debe estar tan relacionado a su calidad artística, el precio viene de la calidad del servicio.” Si bien el comentario es una manera simplista de comparar dos elementos de un todo, la gente se vio confundida por la parte de calidad en el servicio, donde unos confunden la adulación o buena educación con una estrategia de control de calidad en el servicio.
El comentario originalmente se hizo debido a que mucha gente en las redes piensa que una imagen vale más que otra porque es de mejor calidad artística, la realidad es que no siempre es el caso y valorar nuestro trabajo solamente tomando en cuenta la calidad visual es un error.
Volviendo al caso de Calidad artística contra calidad en el servicio, debemos tomar en cuenta que uno tiene precedencia sobre el otro, y para poder explicar este punto primero hay que entender qué hacemos como “artistas” (lo pongo entre comillas porque ese es un título que muchos nos auto asignamos simplemente porque creemos que hacemos arte), y lo que realmente hacemos es en la vasta mayoría de los casos (sobre todo hablando de Archviz) es prestar un servicio, y lo podemos llamar como queramos, pero a final de cuentas es un servicio en donde una persona nos solicita generar alguna herramienta visual para determinado fin o proyecto. Dicho esto entonces podemos entender que nuestra venta está más relacionada a la parte de servicio que a la parte artística, por supuesto la parte artística es también fundamental pero no siempre la calidad de la imagen va a resolver el problema inicial de nuestros clientes, mientras que nuestro servicio debe estar dedicado precisamente a eso, a resolver un problema.
Otro punto a considerar es que servicio al cliente no es lo mismo que trato al cliente, hay por supuesto una relación entre ellos pero decir buenos días y ser cordial y educado, no constituye un buen servicio por sí solo, aparentemente mucha gente piensa que ser cordial es un buen servicio y hay otros como este señor de la siguiente imagen que piensa que un buen servicio es humillarse.
Para definir un buen servicio en pocas palabras lo podríamos hacer cómo lograr la completa satisfacción del cliente al cubrir las necesidades, solucionar el problema o los requerimientos de su proyecto y que su experiencia integral al trabajar con nosotros sea lo suficientemente buena para que sea repetible en el futuro.
Podríamos enumerar puntos de un buen servicio, pero estos son ampliamente variables y depende de la práctica de cada quien definirlos, hay algunos muy obvios como entregar a tiempo, resolución de conflictos, negociación, eficiencia, etc. que podríamos considerar de cajón en cualquier servicio que contratamos.
Para concluir, la recomendación es no centrar tanto el valor de un producto/render/imagen por como se ve, sino por todo el valor agregado que se integra en el servicio que se prestó para generarla.
¿Y ustedes qué opinan?